Es pequeño el pajarito, de la persona es negro y hasta chernomaz, borodka klochyami, sobre la frente los cabellos se han pegado, el aguardiente a siete pasos razit. Y el abrigo con sledovatelskogo del hombro es ancho la manga son largos. Los bolsillos son llenados de piedra sí por la edad de bronce — en la conversación saca esto una, otra cosa y a la palma a él: ¡mira y aleccionado! Y de los bolsillos laterales salen los libros, los manuscritos, las columnas, — a él todo es.
El conocimiento mi con Ionoy ha comenzado sobre el tumulto cerca del alero del anciano Larionycha. Durante la primera nuestra conversación me ha sorprendido del Ion Petrovich con las propiedades sobrehumano, y que pertenecen a Diós Bogu exclusivamente único todopoderoso.
— Ioshechka, el ángel, spul que manuscrito, se quitaremos la resaca.
— Nunca a ti, el Ion, no existe ni un cuarto, y la persona competente puede robarte mil a tres. Es tanto en ti la curiosidad.
Del ion Petrovich Bogolepov la persona especial y su destino especial, él no entra en la cuenta.
¿Y la ciudad, sabéis, por que a nosotros? Todo el día por la calle nadie no pasará. De vez en cuando barbos polkanovsky recorrerá — y las ventanillas abrirán mirarlo. Y solamente por la tarde, las horas a nueve, los funcionarios se dirigen quien al club, quien en la taberna. Sí poutru en la hora temprana de la cocinera corren al mercado.
La presencia, a él ante los ojos, en el archivo de estado del Ion ha arrastrado el autógrafo del Emperador Bendito. Habiendo expresado el Ion el agradecimiento por su actividad, el gobernador, habiendose dirigido al archivero mayor, ha dicho es inequívoco:
En primer lugar, vezdesuschiem: por sus relatos salía con frecuencia en cierto modo así que al mismo tiempo era él en Inferior, y en Yaroslavl, y en nuestro bogospasaemom la ciudad.
A cada persona el destino. Y cualquiera aquí este destino ordenará ponerse la sotana o la levita de uniforme, quieres o no quieres. Y no se someterá que, morir a ello y estar a golodaevskogo de la taberna con la mano.
— Él la persona útil, pero sin embargo no lo suelten aquí.
A ello todo de nada. En cualquier momento y por cada asuntos, en cada dirección, donde sea. Tal él animado sí ágil, insistente, — sin cola.